martes, 23 de septiembre de 2014

Bajo la misma estrella

A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora.

Bien, confieso que la propaganda de los cines muchas veces me convence de leer novelas que de otra manera no habría cogido. Supongo que me gana la curiosidad (efectos del marketing).  Y así me pasó con “Bajo la misma estrella” de John Green. Un libro y una película que quizás no habría considerado, pero me alegra haberlo hecho.

Probablemente cuando alguien te comenta leí un libro sobre dos niños con cáncer que se enamoran inmediatamente piensas “vaya que pena, no sé si quiero leer eso”. O al menos yo lo pensé algunos instantes, pero la verdad es esta: SI es un libro triste, pero NO, no se trata de un drama lacrimógeno de tomo y lomo. En realidad es muy entretenido y puede robarte unas cuantas sonrisas (y vale, varias lágrimas igual).

De partida tenemos dos protagonistas muy peculiares, partiendo por Hazel Grace, una adolescente de 16 años, diagnosticada con cáncer de tiroides que se le expande a los pulmones, por tanto es un milagro que haya sobrevivido, y así mismo lo viven sus padres, construyendo su vida en torno a su hija única que pese a los intentos sencillamente no puede llevar una vida normal tras vivir casi toda su infancia enfrentando un cáncer que cualquier día podría quitarle la vida.

Pues bien, considerando que Hazel no puede ser una adolescente común y corriente sus padres deciden llevarla a un grupo de apoyo para enfrentar lo que ellos ven como potenciales rasgos depresivos en su hija. El grupo parece más bien una reunión de A.A. dirigido por un positivista hombre que perdió los testículos por culpa del cáncer. Aunque a Hazel no se divierte particularmente sigue asistiendo a estas reuniones para complacer a sus padres y… voilá, tiene recompensa su sacrificio cuando llega Augustus Waters, un muy atractivo joven que perdió una pierna a causa del cáncer.

Augustus Waters es sencillamente un chico extraño y encantador. Ahí va y se queda mirando fijamente a Hazel, ¿su excusa? la encuentra hermosa, y él ha decidido no limitarse a disfrutar de placeres tan sencillos como mirar lo que se le antoje mirar. Y bien, ahí parte todo. No seguiré dando detalles, pero claramente tenemos una historia de dulce y agraz.

En lo técnico, creo que John Green es un narrador bastante correcto, hizo un libro que cumple muy bien, no se queda ni corto ni largo y te entrega lo que promete. Construye una triste, pero bella historia, esboza personajes peculiares que logran ganar al lector, con un relato sencillo, pero profundo y fácil de llevar.

No es una obra maestra, no se lo recomendaría a cualquiera, y no será mi nuevo libro de cabecera, pero cumple: conmueve, entretiene y transporta a un relato dulce con personajes entrañables.

Me gustó que dentro de todo el drama que centra la historia el autor fuera capaz de configurar a dos adolescentes con una postura ante la vida, con cuestionamientos, aprensiones y temores, además de opinión y sentido del humor. Si todo lo que articula a Bajo la misma estrella le llamó la atención se lo recomiendo, le tomará un par de tardes y no será tiempo perdido.

Comentario aparte, tras leer el libro vi la película y... supongo que es lo de siempre: sí, me gustó, pero no tanto como el libro, se echan de menos muchos diálogos, personajes y situaciones de la novela, pero claro, en dos horas es difícil meter todo. Aún así me gustó la selección de los protagonistas (aunque extrañase los ojos azules de Augustus), llevaron muy bien el espíritu de los personajes.

Pues bien, vea el trailer, y si le tinca coja el libro! la película para después.


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