Me
llamo Harry Blackstone Copperfield Dresden. Invócalo bajo tu
responsabilidad. Cuando las cosas se ponen raras, cuando lo que da miedo en la
noche encienda la luz, cuando nadie pueda ayudarte, llámame. Estoy en la guía.
Tormenta es la primera parte de la saga
Dresden, escrita por el autor estadounidense Jim Butcher.
La historia que ya lleva 15 novelas, la última aún a la espera
de su publicación, narra las aventuras de un mago detective que
resuelve misterios ligados a lo paranormal.
En esta primera entrega el protagonista, Harry
Dresden, deberá usar sus habilidades para ayudar a la policía a descubrir
al autor de unos macabros asesinatos, en los cuales aparece implicada la magia
negra.
La historia es narrada desde la voz de su protagonista, en
una prosa sencilla y ágil, a través de la cual conocemos a este mago que vive
en Chicago, con pocos ingresos, resolviendo misterios y a su vez enfrentándose
al constante seguimiento del Consejo Blanco de hechiceros, quienes fiscalizan
que no haga mal uso de sus poderes, bajo amenaza de sentenciarlo si comete
alguna falta a las leyes mágicas.
Como toda novela, Tormenta es un relato con
fallas y aciertos. Lo primero evidenciable en el uso de lugares comunes, donde
la historia rápidamente nos retrotrae a escenarios y personajes que no
sorprenden, por su uso frecuente tanto en la literatura como en la televisión:
el protagonista peculiar al cual pese al caos todo sale bien, la mujer
policía de carácter fuerte, el cantinero hosco que resulta un buen escucha y amigo,
el mafioso astuto, y un gran etcétera.
Sin embargo –y he aquí el acierto sobre la falla- Jim
Butcher acoge todo este material con el cual estamos habituados y
con gracia logra darle una forma que, sin ser original, logra refrescar con un
relato entretenido y personajes con los cuales es fácil empatizar,
justamente por esta familiaridad que evoca.
No es una fórmula que resulte para lectores muy exigentes,
dada esta reutilización de elementos ya frecuentados en la cultura popular. Más
bien funciona como una serie con la cual encariñarnos, por sus personajes que
parecen presentarse como viejos amigos que en alguna parte de nuestra memoria
ya vivían antes de comenzar a leer.
Es una novela sencilla y breve, que no promete más que
entretenernos un par de jornadas, con un protagonista carismático y una
aventura mágica con cuotas de humor.