miércoles, 26 de enero de 2011

Forastera


Conocí “Forastera” por recomendación de un foro y lo compré sin especial interés en una feria del libro usado. No era un libro conocido, no tenía una portada llamativa y no se haría una película de él. Pero la combinación  de viajes en el tiempo, higlanders, aventuras, romance prometía. Y dicha promesa se cumplió con creces.
Diana Gabaldon no es escritora. No de profesión al menos, la estadounidense de 48 años se tituló como bióloga marina y sacó un doctorado en zoología. Algún lejano día, de comienzos de los ’90, su afición por los Kits o faldas escocesas (ella misma la confiesa) la llevó a escribir “Forastera”, una novela que no esperaba lectores, y sin embargo sus primeros capítulos llegaron a internet y no tardó la fortuna en traer ojos ávidos que apreciaron su prosa, y editores dispuestos a publicar.

Un matrimonio joven decide reencontrarse durante unas vacaciones en Escocia luego de la II guerra Mundial. Sin embargo la historia sufre un increíble vuelco cuando Claire Randall se acerca a un misterioso círculo de piedras y es trasladada a una violenta Escocia de 1734.
Esa es, en resumidas cuentas, la trama de la primera entrega de la saga que consta de seis volúmenes publicados (se espera un séptimo aún sin fecha de publicación). En un primer libro logra reunir  romance, aventura e historia. Gabaldon se maneja en una prosa liviana, pero repleta de excelentes descripciones y emocionantes situaciones que trasladan al lector a una época de personajes supersticiosos y rudos, una Escocia dominada por los clanes, donde insospechadamente la protagonista conocerá el amor.
Y no, no es otra novela más de Highlanders, ni un romance cliché. La autora supo conjugar muy bien los elementos para crear un relato original, con personajes inteligentes dentro de una época peligrosa.
Claire Randall es la voz del relato (si bien hay partes en que se intercala con un narrador omnisciente que expone otras partes de la historia), quien al comienzo del libro acababa de dejar sus labores como enfermera durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial,  y se encuentra en una  segunda luna de miel con su esposo. Pero claramente la razón de que leamos esta novela acontece sin tardanza: por artilugios del destino es trasladada a Escocia de doscientos años atrás, y es aquí donde aparece nuestro co- protagonista James Fraser Mackenzie, un escoses de tomo y lomo. El romance de ellos no es obvio, personalmente ya que la contraportada no daba luces de ello no había imaginado en su primer encuentro que éste era el romance central. Es un amor progresivo, creíble dentro de la ficción; si no le interesan las novelas románticas no se preocupe, esta no lo es en el sentido estricto. El romance aquí es esencial, pero no elemento único.
Cada volumen cierra un ciclo, pero con un final abierto que capta el interés por saber más de los protagonistas. Circundado por una ambientación bien trabajada y un contexto histórico llamativo, vemos crecer a los personajes y poco a poco nos familiarizamos y comprendemos sus motivaciones. Nos interesamos por saber que sucederá con ellos. La Escocia de 1734 está llena de sorpresas.

... A propósito, “Je suis prest” es el lema del clan de Jamie

2 comentarios:

  1. Jamie *-*
    Fue gracias a este libro que uno de mis sueños es viajar a Escocia... fue el tipo de libro que no se puede dejar de leer hasta terminarlo, para mí, excelente.
    :)

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  2. Este libro como que no se... me recuerda demasiado a ti
    De hecho la palabra Forastera ya la asumo a ti xD
    Recuerdo tu y yo en la feria del libro xD. No recuerdo si lo andabamos buscando o lo vimos y te tinco jajaja
    pero si, debo decir que es un libro "emblema" de Francisca Tapia
    :)

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