“REDRUM. Esa es la
palabra que Danny había visto en el espejo. Y aunque no sabía leer, entendió
que era un mensaje de horror. Danny tenía cinco años. Y a esa edad pocos niños
saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar
entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías
relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM…
MURDER, asesinato”.
Stephen King se ha
transformado en un fenómeno de superventas con sus incontables relatos de terror. Los
numerosos títulos del estadounidense no sólo han alcanzado la fama entre los
lectores, sino que gran parte de las novelas ha sido llevada al cine con
contundente éxito, lo cual ha fomentado su lugar en el conocimiento colectivo.
"El resplandor" no es la excepción, gracias a la adaptación cinematográfica realizada por Stanley Kubrick y protagonizada por Jack Nicholson, es de conocimiento general el relato protagonizado por Jack Torrance y su familia en un espeluznante hotel Overlook.
El relato de la familia conformada por Torrance, su esposa Wendy y su hijo Danny reúne, como es costumbre en la narrativa de King,
elementos cotidianos y los temores más profundos del ser humano. Así
presenciamos como todos los componentes se movilizan en conjunto: un hotel que
de a poco va cobrando vida, influenciando en la deformación del carácter de Jack que recae
en el alcohol, y la visión de Danny, el niño eje dentro de todo el relato por
su don para comunicarse con lo sobrenatural ( el autor denomina dicho don como
“el esplendor”)
La pluma de Stephen King
suele ser muy amigable en términos del lenguaje usado, sin embargo, en
ocasiones decae en una ramificación de la trama que lleva a narrar demasiadas
historias anexas. Creo que en ese sentido “El resplandor” tiene la ventaja de
abocarnos a un tema central que genera que el foco del relato no decaiga, si
bien el comienzo puede ser lento, ya que el autor nos introduce progresivamente
en el mundo de los personajes y las cualidades de estos. Descripciones que para
algunos pueden parecer aburridas, pero que avanzado el relato cobran
importancia para comprender con mayor plenitud a los protagonistas. Sumado a
ello, probablemente una de las mayores virtudes del escritor es el poder
narrativo para mantener el suspenso.
En ese sentido, en el relato
de “El resplandor” el atractivo recae en el detalle. En términos genéricos es
una historia muy simple que juega con la tensión, y en base a un gran trabajo en
las descripciones logra generar un aura de suspenso. Y recalco el suspenso
porque he de prevenir que en las páginas no descubrirán de sopetón una muestra
de sucesos macabros (que quizás si hallarán en otras obras del autor, como
“Misery”, también llevada al cine). Sino que la pluma de King logra el objetivo de erizar
la piel de sus lectores en base a la
sucesión de elementos cotidianos que bajo la adecuada luz adquieren una atmósfera oscura, de la que una
vez sumergido en el relato, es difícil desprenderse.
En resumen, un relato que
juega con la expectación y el misterio. Si bien a momentos más denso por la intrusión
de pensamientos o recuerdos de los protagonistas, ya puestos los pies en el
Overlook la historia coge ritmo. Ya saben, si andan con ánimo de un poco de
terror literario, esta es una buena opción que les dará unas cuantas noches de
entretención y escalofríos.
Novelas hay para todo público
y momento. Busquen y encontrarán la adecuada.